martes, 20 de marzo de 2012

Para que necesitamos a alguien mas en la terapia

Ya te vengo advirtiendo desde hace varios días que necesitamos la ayuda de otra persona. Alguien que vaya sustituyendo nuestra amada excitación a manos de una pantalla que nos está quemando los ojos. Alguien de carne y hueso que puedas tocar, acariciar, excitarte...que nos haga olvidar esos gatillazos.

Si eres de los afortunados que su pareja le comprende y le ayuda, y no le ha importado esperar, enhorabuena. Porque ha llegado su momento.

Llevamos varios días haciendo algo que nos está haciendo tener sensaciones extrañas, conociendo mas nuestros límites sexuales y porque no decirlo, que nos produce incomodidad en los genitales.

Ahora le ha llegado el momento a tu pareja. Ha llegado el momento de conocer el porque la necesitamos y porque la queremos y la deseamos tanto. Es su momento, donde tiene que ayudarnos.

¿recuerdas cuando hacias el amor y/o tenías sexo sin problemas? Pues ha llegado el momento de empezar a probarnos.

¡¡¡advertencia!!! El siguiente ejercicio provoca que nuestra pareja parezca algo sádica.

¿sabes que es un simulacro? Pues vamos a jugar a algo así con el sexo. Vamos a empezar con nuestra pareja a hacer el amor, pero como todo simulacro, no es real. No hay penetración, solo caricias, masturbación ligera y cualquier cosa que nos excite, pero sin llegar al final. Fácil de decir, dificil de hacer. Es un quiero, un puedo pero no debo.

Esto lo hacemos para relajarnos, para no sufrir de stress cuando sintamos la aproximación del momento cumbre, de la penetración.

 Y si, esto sigue incrementando la líbido, subiendo nuestras ganas de sexo. Tenemos que conseguir bloquear la parte racional del cerebro para que el control lo coja la parte emocional y durante el acto siga controlando y no nos haga pensar en que vamos a fallar.

Y no olvides de seguir con tus ejercicios de onanismo personal. Que no has acabado aún.

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