viernes, 18 de marzo de 2011

El perro de Paulov y la disfunción erectil

El famoso perro de Paulov consistia en que a este animal cuando le daba de comer, hacía sonar una campana. Con el tiempo, le retiraba la cómida y hacía sonar la campana, pero el perro se ponía a salivar como si la hubiera. Eso se llama condicionamiento.


Después de este aburrido parrafo os explico porque lo he puesto, y es que me estoy pareciendo a él. Veo porno, mucho porno,
ya sabeis porqué. El problema es que veo lo que me gusta, busco lo que mas me excita y claro, uno que tienes sus cositas ocultas pues con el tiempo me he dado cuenta que casi no veo escenas donde salgan teniendo "solo" sexo, sin ningún aditivo ni complemento.

Vamos que estupido de mi, me estoy causando otro problema yo solo, porque cuando veo sexo puro y duro, lo paso y no le veo la excitación. Eso no es bueno, una chica es una chica y si tiene un cuerpo bonito (según mis gustos) tiene que ser suficiente para excitarme.


Asi que ahora también toca el quitarme ese vicio. La forma, como el perro de Paulov. Veo las escenas que me gustan sin tocarme, me excito muuucho y mas. Pero no me toco. Luego paso a la parte de la escena o a otra donde están como no me gusta y ahí si, ya puedo tocarme. Condicionamiento. El cuerpo con el tiempo asumirá que con ese tipo de imágenes viene algo placenteró y también tendré erección.

Creo que ahora se entiende el título ¿verdad? Me he convertido en un ser objeto de experimento.

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